domingo, 24 de febrero de 2013

EJERCICIO - COMITÉ DE CURRICULUM


Les proponemos un ejercicio!

INSTRUCCIONES: Ud. forma parte del Comité de Curriculum creado en su establecimiento para programar las acciones que conduzcan a un cambio de curriculum en esa institución. 





Abajo se enumeran actividades que usted deberá jerarquizar por orden de importancia colocando (1) en la más importante a su criterio, (2) en la que sigue, y así hasta la de menor importancia (17).

...... Obtener apoyo internacional.
...... Modernizar la biblioteca
...... Incrementar las partidas presupuestarias.
...... Formular las estrategias para el cambio.
...... Elaborar un marco conceptual.
...... Lograr apoyo del gobierno.
...... Organizar la publicidad.
...... Formular objetivos terminales.
...... Formular objetivos mediatos.
...... Seleccionar a los profesores 
...... Organizar el departamento de información y documentación.
...... Lograr un buen ambiente físico.
...... Obtener el apoyo estudiantil.
...... Cambiar las actitudes de los profesores.
...... Formular las leyes y los reglamentos necesarios.
...... Cerrar por un tiempo la institución.
...... Crear un grupo que estudie convenientemente el problema.


Comparta con nosotros las tres actividades que ha jerarquizado de mayor importancia y justifique por qué. ¿se animan? Empecemos! 

viernes, 22 de febrero de 2013

Frente al desafío de incorporar las nuevas tecnologías en las aulas, les dejamos la propuesta del seminario virtual "Innovar en la escuela hoy: la tecnología en las aulas".
Es una buena oportunidad para pensar juntos en propuestas educativas innovadoras.

sábado, 16 de febrero de 2013

Estrategias para aumentar la participación y el placer de aprender.




1.- Buscar maneras de mantener a los alumnos activos durante el proceso de aprendizaje. Cuando el alumno está dinámicamente comprometido – con mente y cuerpo – en la captación del sentido y en la integración de ideas y habilidades, participará con gusto en el aprendizaje y dejará de ser un mero observador.

2.- Relacionar los objetivos y temas de estudio con las experiencias de los alumnos. Las experiencias personales son concretas y tienen un valioso contenido emocional. Por ello, reconocer las experiencias de los alumnos y usarlas en el proceso de aprendizaje estimula la motivación intrínseca.

3.- Valorar los intereses, hobbies y actividades extracurriculares de los alumnos. Para relacionar los temas con los intereses y experiencias de los alumnos, el docente deber reconocerlos y valorarlos.

4.- Presentar información y afirmar posiciones contrarias a las ideas de los alumnos, cuando sea necesario. Si los alumnos se ven confrontados con ideas y opiniones contrarias, se sienten estimulados a explorar justificaciones, aclarar hechos o cambiar sus creencias, todos estos procesos requieren un compromiso activo y respaldan la motivación intrínseca.

5.- Respaldar la instrucción con humor, experiencias personales, información casual y anécdotas que ilustren los rasgos humanos del tema. Los alumnos son muy receptivos de los aspectos humorísticos y personales del material de estudio ya que los ayuda a relacionarlo más directamente con su vida y sus sentimientos.

6.- Usar preguntas divergentes y actividades de tormenta de ideas para estimular el compromiso activo. Las preguntas que carecen de respuestas exactas fomentan el pensamiento creativo y estimulan la participación y el deseo de asumir riesgos.

7.- Variar las actividades, manteniendo los objetivos de estudio y la estructura curricular. El docente puede ayudar a los alumnos a prepararse para desafíos inesperados y estímulos múltiples, implementando diversas actividades y enfoques.

8.- Al mismo tiempo que trata de reforzar el interés del alumno por el estudio, el docente no debe rechazar la espontaneidad. Éste debe estar preparado para apartarse de la clase que ha planificado cuando se enciende el interés de los alumnos por un tema que no está directamente incluido en la clase.

9.- El docente puede aumentar el grado de entusiasmo que su enseñanza despierta mediante el uso de la voz, los gestos, los movimientos corporales, el contacto visual y la expresión facial. Las actitudes hacia el estudio no se pueden “enseñar”, se captan. Si el docente es negativo, aburrido o torpe, el alumno no puede captar una actitud positiva y entusiasmo hacia el estudio.

10.- El docente debe revisar y redefinir los objetivos de estudio para reconocer su valor y debe también comprometerse en la búsqueda de que todos los alumnos los cumplan. Si desea estimular el interés de los alumnos por el estudio, el docente necesita valorar y comprometerse con lo que está enseñando.


Raffini, James “150 maneras de incrementar la motivación en la clase” Ed. Troquel 1996.- Buenos Aires

jueves, 14 de febrero de 2013

Estrategias para aumentar la autonomía del alumno.



1) Cuando varias actividades apuntan al mismo objetivo, debería permitirse a los alumnos que elijan cuál realizar. Si bien esta sugerencia puede complicar el trabajo del docente, es un método poderoso para establecer la autodeterminación y la motivación intrínseca en clase.

2) Cuando los procedimientos en clase no son críticos, los alumnos deben tener opciones para decidir cómo implementarlos. Cualquier posibilidad de elección, de la amplitud que sea, contribuye a generar autonomía.

3) Siempre que sea posible, los alumnos deberían tener la oportunidad de decidir cuándo, dónde, y en qué orden han de realizar los trabajos asignados. Al enfrenarse con la posibilidad de elegir, los alumnos se ven empujados a comprometerse y este compromiso produce conductas autónomas e intrínsecamente motivadas.

4) Se debe generar un ámbito psicológicamente sano en el que los alumnos puedan arriesgarse a tomar decisiones. Los sentimientos de inseguridad y la falta de confianza en sí mismo dificulta los alumnos la posibilidad de elegir entre varias alternativas. Proteger a los alumnos del ridículo y de la crítica de otros y recordares que los errores son parte natural y necesaria del proceso de aprendizaje puede ayudar a crear un ámbito psicológicamente sano en la clase.

5) Cuando es necesario restringir o limitar el comportamiento de los alumnos es aconsejable explicar con claridad las razones lógicas que obligan a establecer esos límites. “porque yo lo digo” no es una buena razón.

6) Cuando es necesario restringir o limitar el comportamiento de los alumnos se deberían reconocer los propios sentimientos en conflicto, entonces los alumnos sentirán que el docente los comprende.

7) Cuando es necesario restringir o limitar el comportamiento de los alumnos deberían utilizarse los controles mínimos necesarios. Cuando se presenta la necesidad de establecer controles externos, usar el mínimo posible ayudará al docente a lograr sus objetivos y aumentará la probabilidad de que los alumnos internalicen la necesidad de la restricción.

8) Cuando el comportamiento de algunos dificulta el proceso de enseñanza pueden usarse consecuencias lógicas en lugar de castigos. Las consecuencias lógicas ponen de manifiesto la realidad del orden social en lugar del poder personal del docente, por ello es probable que aumenten el sentido de autonomía ayudando a los alumnos a asumir la responsabilidad de su conducta. El castigo , en cambio, pone la responsabilidad en el docente.

9) Siempre que sea posible, debería alentarse a los alumnos a desarrollar la capacidad de proponerse metas individuales para definir, monitorear y lograr objetivos propios. Ayudar a los alumnos a verbalizar y afirmar metas realistas aumenta la motivación intrínseca porque pone en sus manos el control de sus aspiraciones y comportamientos.

10) Es necesario evitar establecer juicios por las acciones de los alumnos (correcto, errado, bueno, malo) en cambio, la responsabilidad de los alumnos debería ser consecuencia de sus elecciones. Los alumnos aprenden a evaluar alternativas cuando se sienten responsables de las consecuencias de sus elecciones y no cuando son juzgados o etiquetados.


Raffini, James “150 maneras de incrementar la motivación en la clase” Ed. Troquel 1996.- Buenos Aires

lunes, 11 de febrero de 2013

Ser maestro hoy



Lo valioso de ser enseñado
Lic. Jorge Fasce
Profesor en Ciencias de la Educación 


En la nota de hoy, intentaré describir las características éticamente valiosas que deben tener los contenidos a enseñar y qué es lo valioso de ser enseñado.

Abstract 1.1

“Enseñar bien” desde un correcto punto de vista técnico, fundado en sólidas bases científicas es necesario e indispensable pero no suficiente para obtener resultados significativos para los alumnos en lo personal y para el bienestar social en general.

La tarea de enseñar, el proceso de aprender y los contenidos a trabajar deben estar “guiados por los valores de vida, libertad, bien, verdad, paz, solidaridad, tolerancia, igualdad y justicia” (artículo VI de la Ley Federal de Educación, en los C.B.C. para la E.G.B.; Cap. Formación ética y ciudadana; pag. 331; M. de C. y E.  de la Nación; segunda edición, 1995).

Tampoco basta con “estar guiados” por esos valores, todo el trabajo de la escuela y todas las actitudes del personal deben buscar orientar a los alumnos hacia ellos y más aún: todas las conductas docentes deben responder a ellos, deben ser hechos “con y en ellos” (con y en dichos valores).

Cuando uno se “mete” con estos temas corre el riesgo de caer fácilmente en el discurso del  “deber ser” alejado de la realidad y de la cotidianeidad y empieza a sentir que uno mismo y los lectores estamos fatigados de discursos filosóficos ineficaces para entender y resolver las acuciantes demandas de cada día. Pero esto es casi inevitable, ya que entramos en el campo de los fines y de la ética, sin embargo: valores, ética y fines – su presencia o su ausencia- atraviesan cada momento de nuestra labor en la escuela y por lo  tanto, los vamos a encontrar en cada lugar, en cada instante y en cada acto de enseñanza apenas los busquemos un poquito y cada lugar, cada instante y cada acto deben ser pensados y vivenciados con ellos si queremos que nuestro trabajo tenga sentido para  nuestros alumnos, su comunidad y nuestra sociedad.

En la primera nota de esta serie, dije que la escuela argentina y sus docentes ejercitan a diario valores como la solidaridad,  la honestidad, el estudio, el esfuerzo, el trabajo, el compromiso y la participación. Y lo destaqué como patrimonio de nuestras instituciones, de su trabajo y de su historia, que deben ser conservados. Este ejercicio cotidiano y constante de lo “valioso” es un material de enseñanza que conforma un clima que los alumnos van aprendiendo porque lo viven. La escuela no está sola en esta tarea: las familias, los buenos medios de comunicación, los clubes, las sociedades barriales, las iglesias hacen lo suyo en esta dirección.

Pero también advertí que la escuela suele tener, en su propio interior, islotes, vetas, vestigios de paternalismo, autoritarismo, individualismo, egoísmo, competencia impiadosa, formalismos vacuos, trabajos no significativos, esfuerzos infecundos y rutinas empobrecedoras que deben ser encontrados, reconocidos, problematizados allí donde se encuentren y transformados en posibilidades de enseñanzas y aprendizajes valiosos. También las dificultades que se dan en la vida familiar, la circulación de contra-valores en los medios de comunicación, las desigualdades en el desarrollo económico, las transformaciones no siempre beneficiosas del medio natural configuran una sociedad cambiante, compleja, difícil de ser vivida, muchas veces contradictoria y otras más contrapuesta a la labor valiosa, valorativa y valorizante de la escuela.

La relación de la escuela con una sociedad con tendencia a  ser cada vez más fragmentada, más desigual, más individualista, más impiadosamente competitiva, más materialista, más consumista, más agresiva, más violenta, más destructiva, más de vivir el presente despiadado del instante (desconsiderando al pasado y al futuro) es una relación dramáticamente difícil que puede adoptar (de hecho adopta) algunas formas sanas y otras no convenientes: la escuela puede someterse ante la realidad y declararse impotente, paralizada y recluirse en un accionar vano de rutinas y formalismos. Puede sobrevalorarse, sentirse omnipotente, caer en una visión egocéntrica de sí misma, negando la influencia del entorno y terminando en un accionar ineficaz como todo aquel basado en la ceguera autorreferente de la omnipotencia. Puede dilatar los contactos temerosa de un encuentro que es difícil, complejo, conflictivo y peligroso pero que podría ser apasionante, enriquecedor, valioso para ella y para el entorno y empobrecerse en la prolongada evitación del riesgo vivificante (que da vida) de la relación o puede arriesgarse (correr el riesgo, sí) de encararla (pensar con las familias las formas de educación de sus hijos, analizar críticamente en las clases las propuestas y los mensajes de los medios masivos de comunicación, reflexionar con los jóvenes sobre las normas de convivencia de los grupos en los que participan, juntarse con las varias instituciones de la comunidad para idear proyectos conjuntos) y problematizarla, intentando modificarse y modificarla. Asumiendo una tarea muy difícil, pero la única que puede enriquecerla  y hacer apasionarse a las personas que enseñan, aprenden, trabajan y viven en su seno.

En el párrafo anterior he hablado de las potencialidades y posibilidades actuales y reales de la escuela para enseñar lo valioso y de la colaboración que puede hallar en diversos sectores de la comunidad, también sobre sus propias dificultades y obstáculos así como de los que le puede presentar la realidad circundante. Es en el reconocimiento, la reflexión y el trabajo  con esas capacidades y esos inconvenientes donde se halla el camino hacia una enseñanza significativa  y valiosa.

Sólo reflexionando, actuando, cuestionando, cuestionándose, haciendo, corriendo riesgos, sintiéndose (y siendo) POTENTE (no impotente ni omnipotente) es como cada escuela puede ser valiosa, puede acrecentar su autoestima y puede “sentirse bien”. Pero esto  mismo le pasa a cada docente: sólo sintiéndose auténticamente protagonista puede superar las enormes dificultades de su tarea, la falta de reconocimiento, la crítica muchas veces infundada e injusta. Sólo siendo actor puede llegar a empezar a “bancarse” el riesgo del cambio y el placer de la tarea gratificante. Para los alumnos también es la única manera de motivarse. Hace unos meses, me decía un sagaz profesor de historia: “hay una sola manera de interesar auténticamente a los alumnos en el aprendizaje de historia dentro de una cultura que ha decretado el reinado absoluto del puro presente (una cultura que no considera el pasado ni el futuro) y es empezar por plantearles este problema a ellos, que éste sea el contenido primero, primigenio y privilegiado de la enseñanza, hacerlos protagonistas del problema, hacerles sentir que pueden pensar sobre ello, que son capaces de que ESE sea SU problema”. En síntesis: que sean activos sujetos de su aprendizaje, que sientan que valen, que el docente cree en su capacidad y que trabajen con ella. Hay una sola manera: hacer sentir y vivir al  alumno que creemos en él como actor decisivo de su propio proceso de aprendizaje y lo acompañamos durante su desarrollo.

En síntesis,  lo valioso de ser enseñado son aquellos contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que resulten significativos para el alumno en lo cognitivo (porque posee conocimientos previos sobre el tema y estructuras y procedimientos intelectuales para apropiarse de los nuevos aprendizajes) y en lo personal (porque convocan su auténtica participación, su intensa acción intelectual, afectiva y valorativa – y corporal cuando corresponda – reforzando su autoestima, su autonomía y su solidaridad). Que transmiten valores en un clima áulico e institucional que los ejercita durante un proceso en el que el alumno se informa, reflexiona, dialoga, discute, escucha, lee, escribe, inventa, repite, duda, se apasiona, se enoja, goza, se aburre, sufre, observa, investiga, descubre, trabajando con todos sus compañeros, en pequeños grupos o individualmente, potenciando sus posibilidades y luchando con sus dificultades. Orientado por un docente, por un equipo docente en realidad, que planifica y diseña la enseñanza, informa; coordina la temática, la tarea y la dinámica del grupo y de cada alumno; observa, escucha, dialoga, supervisa, orienta, corrige, duda, se apasiona, se enoja, goza, se aburre, sufre, evalúa potenciando sus posibilidades y luchando con sus dificultades (no es una mera repetición por descuido o por error de estilo) en una institución que planifica, reflexiona, se abre, se evalúa, se relaciona con otras instituciones, potenciando sus posibilidades y luchando con sus  dificultades. Insisto: no es esto una mera repetición por descuido o por error de estilo sino la única forma de que  tanto esfuerzo  VALGA para cada alumno, para cada docente, para la propia institución y para la comunidad.

                                                                                               

jueves, 7 de febrero de 2013

Para reflexionar antes del inicio de clases



Les proponemos reflexionar acerca de su práctica docente a partir de las siguientes preguntas

¿CÓMO ES SU MANERA DE ENSEÑAR?



  • Características que tiene y que no quisiera que cambien.
  • Características que tiene y que quisiera que cambien.
  • ¿Con qué está conforme?
  • ¿Qué no funciona bien?
  • Características que NO tiene y que NO quisiera que adquiera su manera de enseñar
  • Características que NO tiene y que quisiera que adquiera.




¿CÓMO ES LA MANERA DE APRENDER DE SUS ALUMNOS?




  • Características que tiene el aprendizaje y que no quisiera que cambien. ¿Con qué está conforme? 
  • Características que tiene el aprendizaje y que quisiera que cambien. ¿Qué no funciona bien?
  • Características que NO tiene y que NO quisiera que adquiera
  • Características que NO tiene y que quisiera que adquiera.



¿CÓMO SON LOS CONTENIDOS?



  • Características que tienen los contenidos y que no quisiera que cambien.
  • Características que tienen y que quisiera que cambien.
  • Características que NO tiene y que NO quisiera que adquieran .
  • Características que NO tiene y que quisiera que adquieran.

martes, 5 de febrero de 2013

Diplomatura Superior en Gestión de Instituciones Educativas


Organizada por el Instituto Superior de Investigaciones Psicológicas (ISIP)

Lugar: Instituto Superior de Investigaciones Psicológicas.



Destinatarios: directivos, docentes y profesionales de la Educación.

Características generales:

La Diplomatura que se presenta aborda la compleja problemática referida a la gestión de las  instituciones educativas. A través de  enfoques teóricos actualizados que permiten revisar los fundamentos de las tareas de gestión, el estilo y cultura escolar, los proyectos institucionales y curriculares y su evaluación, las relaciones con la comunidad, la participación de los actores institucionales  y la multidimensionalidad del rol de los directivos en sus marcos de acción. 
Brinda herramientas para una gestión contextualizada tanto en lo que respecta a los lineamientos de política educativa y curricular, como en el accionar institucional particular. 

Reconocimiento: 



La Diplomatura Superior en Gestión de instituciones Educativas se realiza en Convenio con la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM)Reglamentada y aprobada por Resolución 117/07 de la Universidad Nacional de Gral. San Martín

El Diploma es otorgado por la UNSAM y registrado por la Dirección Nacional de Gestión Universitaria que le otorga validez nacional a esta certificación.

Ha sido reconocida por el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el rubro OTROS TÍTULOS, para todas las áreas de la Educación con la valoración máxima  de un punto con cincuenta (1,50) Decreto N º 688/2010

En la Pcia. de Buenos Aires acredita dos (2) puntos para inicial, primaria, secundaria, media, adultos, ed. física, artística, superior, especial y psicología. Resolución 4269/2011

Duración:
La diplomatura tiene una duración de dos años.

Fecha de Inicio: 9 de Marzo



Para mayor información:  

Instituto Superior de Investigaciones Psicológicas 
Dirección: Viamonte 1716, ciudad de Buenos Aires
Teléfono: (011) 4374 0161 

lunes, 4 de febrero de 2013

La función tutorial y el adolescente hoy



Los invitamos a leer los siguientes testimonios de una Directora de una Escuela Secundaria Básica y de una profesora tutora y reflexionar sobre la función tutorial en el nuevo escenario educativo:


Testimonio 1
“En términos generales creo que en esta época en que parece tan fácil la comunicación porque está todo agilizado, es cuando parece que estuviéramos más incomunicados que nunca. Hay que volver a humanizar una serie de cosas y volver a abrir espacios de comunicación y de participación y recuperar el valor que tienen. Pero para eso hay que generar espacios de discusión y debate. El director de la escuela, dentro de su institución, el profesor en el aula con los chicos y también en las reuniones con los padres. Generar momentos de reflexión, momentos en que se debatan las cosas que nos preocupan y que todos puedan opinar y que aprendamos a escucharnos y a respondernos. A veces cometemos el error de informar a los padres, por ejemplo, o de informar a los chicos. Y nos olvidamos, justamente, de crear los espacios donde se los lleve a reflexionar, se los lleve a analizar problemas, a ver la complejidad de las relaciones humanas, a ver todo lo que se juega en eso para poder empezar a entendernos un poco mejor.”


Testimonio 2:
“La escuela ocupa un lugar importante en el hecho de educar para la no violencia. La escuela la formamos el personal docente, el personal no docente, el ámbito de trabajo, todo. Creo que todos tenemos que hablar en los mismos términos para llegar a un acuerdo, para no llegar a la violencia y
para tratar al chico de la misma manera. Aquí se han logrado acuerdos. Si bien a veces conversamos de qué manera actuar para no llegar a los casos de violencia, de ponernos de acuerdo y ver qué resultados le dio a uno, qué resultados le al otro, cómo probar, porque también estamos probando, estamos probando con esos casos especiales de chicos.”




Funciones del tutor:

  • Facilitar la integración de los alumnos en su grupo y en el conjunto de la vida escolar y
  • fomentar en ellos el desarrollo de actividades participativas.
  • Contribuir a la personalización de los procesos de enseñanza –aprendizaje.
  • Colaborar en la formación del adolescente como estudiante.
  • Atender y anticipar a las dificultades más generales de aprendizaje, así como
  • a sus necesidades educativas específicas.
  • Coordinar las actividades del resto de los profesores que trabajan con el grupo.
  • Contribuir a establecer lazos de confianza y colaboración entre los padres y la escuela.



Algunas actividades posibles del Tutor


  • Elaborar el proyecto de tutoría.
  • Organizar actividades de bienvenida al principio del curso
  • Tener entrevistas individuales con los alumnos
  • Clarificar las normas de la institución y las que elabore el propio grupo.
  • Explicar las tareas del tutor, y los objetivos que la institución persigue con la instalación
  • del Proyecto de tutoría.
  • Establecer nexos con los otros adultos de la escuela para conocer y mejorar la actividad
  • de los grupos de alumnos que se le han asignado como tutor.
  • Promover y coordinar actividades que fomenten la convivencia la integración y la
  • participación de los alumnos.
  • Transmitir a los profesores aquellas informaciones sobre el alumnado que le puedan
  • ser útiles para el desarrollo de sus tareas docentes.
  • Procurar la colaboración de los padres y madres en relación con el trabajo personal
  • de sus hijos y con la actividad de la Escuela.
  • Preparar visitas, excursiones y actividades de recreación.
  • Tener entrevistas con los padres
  • Organizar y conducir reuniones de padres y profesores.
  • Organizar actividades y evaluarlas para los espacios organizados de tutoría en la jornada escolar.
  • Evaluar el proyecto de tutoría.


Según las las funciones y tareas propias del tutor, ¿cuál podría ser la estrategia para trabajar en el espacio tutorial teniendo en cuenta los problemas que se señalan en los testimonios?  


Bienvenidos! Bienvenidas!






Les cuento que ISIP  cumple 49 años. Años de mucho trabajo y esfuerzo. Miles de alumnos han transitado por nuestras aulas, se han capacitado para ser mejores directivos y docentes. Nuestro gran compromiso es con Uds. que año tras año nos depositan vuestra confianza. Quieren actualizarse y eso nos obliga a nosotros a generar nuevas propuestas, a apostar a las innovaciones pedagógicas y tecnológicas. Uds. nuestros alumnos son los mejores críticos de las clases y los que recomiendan a sus colegas que sigan sus pasos, que en ISIP van a encontrar estrategias y herramientas para el gran desafío que es enseñar hoy.



Ruth Bronstein de Lapidus